sábado, 11 de diciembre de 2010

Emociones Básicas

Las emociones son agitaciones del ánimo que nos suceden como consecuencia de la interacción con nuestro interior y/o con lo que nos rodea, pudiendo tener un origen fisiológico o psicológico.

Para entenderlo mejor, podríamos decir que las emociones se producen como resultado, bien de un suceso o cambio en nuestro entorno (ej. la alegría que sentimos en el reencuentro con un ser querido o el miedo espontáneo que nos provoca un susto), o bien de algo que experimentamos de forma interna, como pueden ser nuestros pensamientos (ej. la tristeza al recordar la muerte de un ser querido) o cambios hormonales (ej. la euforia tras el consumo de fármacos o drogas).

Estas se desarrollan en el denominado cerebro límbico, el cual le proporciona a nuestro cuerpo la información de nuestras experiencias de forma inmediata, mucho más rápida que la aportada por el cerebro racional, el cual requiere de un tiempo para analizar y procesar dicha información. ¿A quién no le ha pasado que ha dado un salto hacia un lado al asustarse y tras analizar la situación se ha dado cuenta de que tan sólo se trataba de un amigo gracioso?

Y es que las emociones son el resultado de la evolución del ser humano, mecanismos que se desarrollaron para la supervivencia y adaptación al medio, y por tanto, anteriores al desarrollo de nuestra inteligencia racional. Así, todos los seres humanos poseemos de forma innata las siguientes emociones básicas, todas ellas necesarias para nuestra vida:

    - La alegría: se produce como consecuencia de un suceso que interpretamos de forma positiva, aportándonos vitalidad. Supone una optimización en nuestro rendimiento fisiológico, y es esencial en nuestra vida para un buen equilibrio emocional y psicológico.
    - El asco: nos informa de que lo que estamos experimentando no nos gusta y por tanto no es bueno para nosotros. Evolutivamente el asco ha sido de gran importancia, ya que la mayoría de los venenos naturales tienen sabor agrio o amargo, y la comida en mal estado, y por tanto no apta para nuestro consumo, desprende un olor desagradable, de lo cual nos informan nuestros sentidos del gusto y el olfato.
    - El miedo: es una de las emociones esenciales para la supervivencia de cualquier especie animal, y por supuesto de la nuestra, ya que nos informa de que hay algo que nos amenaza y nos prepara para enfrentarnos a ello o huir.
    - La sorpresa: habitualmente de muy corta duración, nos la provoca algo que se presenta de forma inesperada. Suele presentarse como antecedente de la alegría, miedo o tristeza.
    - La tristeza: aunque no nos guste habitualmente vivirla, la tristeza tiene un efecto reparador en la persona tras una pérdida, al provocarle la necesidad de reflexión y asimilación del daño sufrido, a lo que se denomina periodo de duelo.
    - El enfado: se produce cuando algo, persona o situación, está rebasando nuestros límites, o no está cumpliendo nuestras expectativas. En su vertiente adaptativa, también nos prepara para la lucha o para la huida.

Conocer y saber reconocer nuestras emociones nos permitirá saber qué necesitamos y por qué nos sentimos de una determinada manera, algo fundamental para el autoconocimiento emocional el primero de los pilares básicos de una adecuada inteligencia emocional.

Estoy seguro que algunos de vosotros estará pensando que no siempre estas emociones se manifiestan por esas razones o tienen un efecto positivo en nosotros, y llevan razón. La evolución nos ha dotado de ellas y la razón nos hace desarrollarlas y modificarlas, consciente o incoscientemente, y no siempre con efectos positivos. Así desarrollamos emociones secundarias como resultado de nuestra experienca personal (ej. el jefe que se enfada para no mostrar su miedo ante un error), muchas de ellas denominadas desadaptativas ya que dejan de ser saludables en la correcta interpretación de lo que vivimos (ej. un exceso de victimismo o autocompasión no nos permite vivir nuestra tristeza de un modo positivo. En ocasiones tiene un efecto instrumental ya que se utiliza para llamar la atención, pero en ningún caso es positivo). Si observamos a los niños pequeños, veremos que sus respuestas emocionales son muy evidentes y espontáneas, ya que no han aprendido a disfrazarlas y no se han modificado por su experiencia.

De estas emociones hablaremos más en profundidad en posteriores entradas.

Por último, la prueba sobre la universalidad de estas seis emociones básicas en los seres humanos, es el resultado que obtuviera el antropólogo Paul Ekman como consecuencia de su estudio de expresiones faciales en diversas culturas de todo el mundo, entre las cuales había dos iletradas y sin acceso a los medios de comunicación. En todas y cada una de ellas, las expresiones faciales como consecuencia de la experimentación de las emociones anteriormente indicadas fue prácticamente idéntica.

Aquí os dejo una imagen con las expresiones faciales de las seis emociones básicas. Estoy seguro que todos seréis capaces de identificar a qué emoción corresponde cada una de ellas.



Continuará…



1 comentario:

  1. Qué buen artículo chicos, felicidades!!!. Las emociones básicas son la paleta de colores del pintor para pintar y dar forma al resto de emociones complejas. Es muy interesante conocer el ámbito de cada una de ellas y saber identificar en qué punto de la gama cromática que tienen individualmente nos encontramos en cada momento, esto se denomina conocer tu experiencia emocional; saber identificar, por ejemplo, qué grado de sorpresa tengo en un momento determinado dentro del abanico de grados de sorpresa que tengo identificado.
    ¡Qué ligadas están al aprendizaje las emociones! Otro punto que me parece interesante al hilo de la exposición que habéis hecho es ¿Por qué se llaman básicas? Pues principalmente porque están ligadas a la supervivencia, porque se adquieren cuando naces, porque como bien comentais están ligadas a un patrón gestual y porque son comunes independientemente de la raza, creencias o destinos de cada persona; todos las sentimos, con diferentes estímulos, pero las sentimos.
    Y ya para finalizar, la controversia. Muchos autores consideran el amor como una emoción básica y, por el contrario, otros consideran el amor como una composición más compleja de todas las que habéis mencionado. Qué interesante experimento es "construir" en una escala de 1 a 10 el diseño que cada uno tenemos del amor formado por cada una de las emociones básicas. Posteriormente lo comparas con el de tus amigos, pareja, etc. y se analizan los resultados. ¿Qué cantidad de cada emoción básica pondríais para construir el amor?

    David B.

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